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Alguna vez considerada estrictamente para las estrellas de las películas de Hollywood de la época antigua, esa vaga cualidad llamada Glamour ha ganado protagonismo y se ha convertido en una característica de fácil acceso para la gente común, como nosotros. Y aunque las celebridades siempre han marcado las tendencias, sus trucos y técnicas antiguamente no estaban disponibles tan fácilmente. En el pasado, todo lo que podías hacer era seguir los ejemplos de las revistas de moda y belleza, y esperar lo mejor.

 

¡Pero ahora, gracias a la nueva tecnología y a los gurús de la belleza por internet que llegaron con tutoriales y más, las herramientas del glamour y las maneras de usarlas están a tan solo un clic de distancia! 

La línea de implementos para el cuidado de la piel True Glow® de Conair® recientemente presentó nuevos productos para lucir glamourosa de manera rápida y fácil. Esta colección con el nombre perfecto: True Glow™ Glam de Conair®, toma los aplicadores cosméticos tradicionales y los mejora con la tecnología que deseas para lograr pestañas voluminosas y seductoras, así como una piel fabulosa e impecable.

¡Los ojos lo son todo!

Ahora todo se trata de pestañas y cejas. Pero en vez de gastar el dinero en extensiones de pestañas, o luchar con la aplicación de unas falsas, una manera sencilla de lucir pestañas tupidas es con un rizador. 

Destacar las pestañas no es nada nuevo. En el antiguo Egipto, no había diferencia de sexo en relación a las pestañas. Hombres y mujeres usaban kohl para oscurecerlas, como lo hacían los romanos, que también agregaban corcho quemado a su ritual de teñir las pestañas. Se han encontrado pinzas de depilar y cepillos para cejas en ruinas de Babilonia. En la época medieval, era común quitar las pestañas y las cejas, ya que la frente era considerada la facción más importante (¿y sexy?) del rostro.

La Reina Isabel I, la estrella creadora de tendencia de su época, tenía el look que las mujeres querían imitar. Se teñían las pestañas de color oro rojizo para lucir como las de ella, pero la sustancia que utilizaban podía hacer que se cayeran. También las teñían usando moras trituradas y hollín para obtener una solución menos tóxica, en secreto por supuesto, ya que usar tinte era una prohibición social para las jóvenes promedio de la era Isabelina.

Las de la era victoriana obtuvieron buenos resultados con el invento de la máscara hecha con polvo de carbón y jalea de petróleo. Se dice que un director de cine estadounidense creó las primeras pestañas falsas en 1916 para perpetrar el look oscilante popularizado por las actrices del cine mudo. En la década de 1920, las estrellas de cine y teatro (hombres y mujeres por igual) usaban máscara "torta negra" para definir y oscurecer las pestañas y el uso de rizadores se volvió más habitual. La máscara a prueba de agua se inventó en los años 40, y el final de los 50 vio la introducción de la máscara en tubo con un cono con punta en espiral. Se dice que una estrella del cine que desayunó en Tiffany’s separaba cada pestaña con un alfiler (¡no intentes hacer esto en casa o en un vehículo en movimiento!).

 

Todo era más grande en los 60, incluidas las pestañas. Modelos, estrellas de cine y los simples mortales se colocaban pestañas increíbles y delgadas, muchas veces varias capas a la vez. Había quienes pintaban las pestañas inferiores con ayuda de un cepillo. El final del siglo 20 vio las nuevas máscaras de color, además de la máscara más brillante que el brillo mismo. La máscara para el cabello fue un método popular utilizado para pintar reflejos brillantes en el cabello.

¿Y ahora? Al igual que la mayoría de los artículos cosméticos que alguna vez fueron limitados, las opciones para realzar las pestañas son variadas, dependiendo principalmente del presupuesto, el tiempo y la capacidad para manejar las herramientas necesarias. Las máscaras vienen en muchas fórmulas y colores. Tú o un profesional pueden pegar las pestañas falsas, hacer que se mantengan en el lugar con imanes o aplicarlas una a una o en franjas.  

Se acostumbra a aplicar calor para que las pestañas duren más tiempo rizadas y es aquí donde llega al mercado el rizador de pestañas eléctrico True Glow™ Glam de Conair®. La verdad es que tú puedes calentar tu propio rizador de pestañas para proporcionar un rizo súper duradero, pero intentar calcular cuánto tiempo calentarlo y con qué intensidad es un juego de adivinanzas que podría terminar mal.

El rizador de pestañas eléctrico True Glow™ Glam de Conair® te permite lograr el look tupido y voluminoso que deseas de manera segura, sin quedar en la quiebra y sin quitar valiosos minutos que puedes usar en otros aspectos de tu rutina de belleza.

Levanta y otorga volumen al instante para lograr un efecto despierto y de mayor apertura del ojo, levantando las pestañas para lucir los ojos más bonitos. El diseño cónico elegante es fácil de usar, y es ideal para llevar de viaje o hacer retoques rápidos cuando lo necesites. Tan solo enciéndelo, caliéntalo y comienza cerca de la base de las pestañas superiores. Sostenlo por 8-10 segundos y repite según sea necesario para personalizar tu look. Luego, desliza tu máscara favorita y estarás lista para avanzar y aprovechar el día al máximo. ¡Sin duda, todos los ojos estarán puestos en ti!

 

 

La piel que luces

Una tonalidad de piel uniforme e impecable encabeza la lista de deseos de belleza de todas, y así ha sido por siglos. Los cosméticos ya se mencionaban en el Viejo Testamento y otros textos antiguos. Aunque en el pasado, una combinación natural para tu piel no era lo ideal. De hecho, la base tiene una historia espantosa. Los antiguos griegos y romanos deseaban que su cutis pareciera más claro, y para lograrlo se cubrían la piel con plomo blanco, un polvo tóxico que le causaba la muerte a la mayoría de quienes lo usaban. Esta tendencia continuó en la edad media y años posteriores - ¿quién puede olvidar la palidez mortecina de la Reina Isabel I? Su semblante blanco tipo payaso tenía su costo: los efectos secundarios incluían pérdida de cabello, dientes picados y decoloración permanente de la piel.

Avancemos al siglo 19 cuando las bases líquidas se hacían con ingredientes más naturales como óxido de zinc, glicerina y loción con calamina. Creadas con el objetivo de ocultar imperfecciones, lamentablemente, los colores eran bastante limitados: blanco, rosa y rojo. Como los teatros comenzaron a usar iluminación de gas, los actores necesitaban agregar más color a sus rostros, y las viejas fórmulas en polvo no pigmentaban lo suficiente. Entonces, apareció el "maquillaje teatral".

 

El maquillaje teatral es mucho más de lo que te imaginas: los actores mezclaban pigmentos minerales en polvo con un tipo de grasa para producir maquillaje para el rostro que podía tolerar hasta la iluminación más brillante. Suena un poco desagradable, ¿verdad? Las primeras fórmulas de maquillaje teatral mejoraron con los años, hasta que un icónico artista del maquillaje de Hollywood tomó cartas en el asunto. La llegada del cine Tecnicolor requirió una fórmula en polvo, por lo que la base Pan-Cake rigió en los salones de maquillaje de los estudios después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las bases líquidas entraron a escena. Inspiradas por el maquillaje en las piernas que usaban las mujeres para hacer frente al esfuerzo que produjo dejar de lado las medias de nylon, la base líquida adquirió un papel dominante.

Afortunadamente, el siglo 20 también vio la regulación de los cosméticos y la llegada de médicos que trabajaban con compañías cosméticas. La seguridad se convirtió en un punto de venta fundamental. Las fórmulas de maquillaje líquido continuaron mejorando con los años, y hoy en día hay fórmulas y colores suficientes para adaptarse a todos los tipos y tonalidades de piel. Líquida, en polvo, con base en minerales y todos los tipos de combinaciones están disponibles. Una famosa artista de hip-hop creó una línea de maquillaje súper exitosa con 40 tonalidades de base. Sin embargo, el tono de base adecuado no es el único requisito para lograr una piel perfecta, el aplicador adecuado marca la gran diferencia para lograr un acabado impecable.

Los fanáticos de los productos cosméticos adorarán la esponja mezcladora de maquillaje con vibración True Glow™ Glam de Conair®. Su función vibratoria permite aplicar el maquillaje de manera uniforme, bordes redondeados para aplicar en zonas amplias, un extremo puntiagudo para zonas más precisas. Cuenta con una base para mantenerla en pie, evitando el contacto con la superficie de tu baño o a mesa de tu tocador. Es muy fácil de usar: simplemente humedece la esponja con agua, y luego pasa la esponja por tu base líquida favorita. Enciende la vibración y desliza delicadamente por la piel. Recuerda siempre no frotar el mezclador sobre la piel. ¡No tienes nada que envidiarles a los profesionales!

 

 

¿Práctico con un cepillo y una esponja?  ¿Prefieres tu aplicador de maquillaje con mango de agarre?  El juego de cepillos para maquillaje intercambiables True Glow™ Glam de Conair® tiene la ventaja sónica de dispersar el maquillaje en capas delgadas y uniformes para un acabado impecable.  Úsalo con tus maquillajes líquidos y en polvo favoritos, y personaliza tu experiencia de principio a fin. Simplemente humedece la esponja con agua y aplica la base al mezclador. Enciende la acción vibratoria y desliza delicadamente por la piel para lograr una aplicación perfecta. Una vez que la base esté fija, cambia el cabezal del cepillo para aplicar tu bronceador, rubor o polvo favorito.  ¡Eso es todo!  Estás lista para salir.

 

Tenemos la suerte de vivir en una época en la que nuestros cosméticos son seguros de usar, y somos libres para celebrar y realzar nuestra belleza individual. ¡Así que lúcete un poco o a pleno, y haz que tu rutina de belleza sea más sencilla con los productos de aplicación prácticos de True Glow™ Glam de Conair®!